A MI QUINCENA.

Amor mío,

No hago otra cosa mas que pensar en tí, no sabes cuanto te espero con ansias, reconozco que eres lo único que me mantiene en pie en este pu.. trabajo, donde tengo cinco jefes, pidiendo cada cosa desde una hojita, papeles, enviar documetnos, traducciones, y de verdad tu eres mi inspiracion de todos los días a contestarle a una bola de clientes que se quejan horriblemente y por tí, solo por tí, intento mantenerlos "contentos".

Creo que estamos hechos el uno para el otro, aunque estoy segura de que esto no lo sabes, ya que lo noto en tus unicas dos visitas al mes que me haces, reconozco que te empiezo a extrañar con gran desesperación a partir de los ultimos 5 dias previos a tu llegada.

Quiero decirle al mundo que aunque tu no me correspondas, juntos todo tiene sentido,

Te escribo por que tiemblo de emoción ante tu presencia y mi facilidad de palabra habitual se convierte en torpeza absoluta. Te miro y me digo: Pero...pero ¿qué rayos me están pagando?, ¿quién te entiende?, ¿es que vienes sin manual de instrucciones, como la mayoría de las hombres que conozco?. En fin ... no sé si ir a un “hechicero” o aún peor, a los de Recursos Humanos para que me expliquen.

Quiero decirte que te tengo “muy presente” en mis pensamientos, en los buenos y malos momentos, que también te recuerdo cuando el sol ”baña” mi cara camino al trabajo. Siempre estás en mi cabeza y en mi corazón. Te recuerdo especialmente, también, en los días malos, cuando no estoy “para nada”, sí, en esos días que le dirías a tu madre “mamá llama al trabajo y di que me encuentro mal y que no puedo ir”. “Que sepas” que alguna noche me he despertado sobresaltada con la idea de que no me correspondes y que al final me dejarás por “otra”. ¿Qué sería de mi vida sin ti?. ¡Un autentico desastre!. Sí, claro, sé que podrías ser más “grande”, pero ya ves, de momento y como le pasa a la mayoría de los mexicanos mi nomina es pequeñita y resultona .

Es que no puedo remediarlo, siempre veo la botella “medio llena”.

Yo soy de la opinión de que si trabajar fuera bueno no nos pagarían. Quizá por eso no haya enamorado a una nómina de las consideradas más “atractivas”. Y ya sé, que sin esfuerzo y suerte no te volveré a ver, y sabes que te necesito, que no puedo vivir sin ti.

Mi deseo de tenerte conmigo es permanente y sí, lo sé, sé que me vas a decir, que te comparto con más gente: con la del banco, con las (manos de del bar, con las del Pesero....., incluso sé que me dirás que te “pierdo” yendo con otros hombres. Invitando ¡eh!, no vayamos a pensar mal.

Pero sé que tú tampoco me eres fiel. Que no te gusto, a pesar de mi esfuerzo por ser agradable y guapa para ti. Claro que, hay cosas que no pueden ser, y ya se sabe: “lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible”.

¿Por qué te dejas “parte de ti” con la señora del IMSS?. ¿Qué me dices de “Mr.” Hacienda? . ¿Por qué cuanto más hermoso te veo, te vas más con el señor Hacienda?. ¿Qué he hecho yo para merecerlo?.

Mi amigo “cuenta corriente” me dice que me espabile, que te cambie por otro mejor, que va camino de tenerse que vestir de “rojo” y que a el, como bien se yo, lo que le sienta bien es el verde.

En fin, quiero que sepas que sigo intentando sonreírle a lo inevitable: ¿Acaso podría amar a una nómina ingenua que se va por ahí con “otras”?. Dicen que no estamos hechos el uno para el otro y estamos condenados a ir por distintos caminos, que estar juntos es un error inevitable. Yo no lo creo así: Te quiero