
De Nueva York a Pekín y, ahora en la plancha del zócalo capitalino. Conoce detalles de algunas pistas del orbe que reciben calificativos como: la más larga, la más alta, la más chic... La nuestra, al menos es gratis
El chilango ya tiene su pista de hielo en la plancha del zócalo. El acceso es gratuito y además te prestan los patines por 55 minutos. ¿De dónde obtuvieron la idea? Conoce algunos detalles de las mejores del planeta que, con el paso del tiempo, se han convertido en toda una tradición.
NUEVA YORK
Rodeada de encumbrados rascacielos, tiendas exclusivas y el árbol de Navidad más importante de Nueva York, la de Rockefeller Center es la pista más célebre y chic que se pueda nombrar.
Claro que el glamour tiene su precio: patinar en este icono de Manhattan puede oscilar entre 15 y 35 dólares la media hora, muchísimo más caro que en otras pistas de la ciudad. Aun así, más de 250 mil patinadores por año, de octubre a abril, están dispuestos a pagarlos.
FRIESLAND, HOLANDA
El patinaje sobre hielo es aquí prácticamente una cuestión de Estado. Tanta es la pasión que despierta que en enero se organiza un evento que paraliza el país: el Elfstedentocht, una maratón de patinaje por 11 ciudades, en la provincia de Friesland.
Una de las pistas más populares del país, donde existen mil 200 clubes dedicados a esta disciplina, es la Jaap Edenbaan, llamada así por el legendario campeón de patinaje Jaap Eden, a la que acuden más de 430 mil aficionados por año.
OTTAWA
En verano está lleno de barcos; en invierno, de patinadores. Es que el canal Rideau, en el corazón de Ottawa, al congelarse se convierte en la pista de patinaje más larga del mundo: ocho kilómetros serpenteantes que atraviesan la capital de Canadá y atraen a visitantes de todo el orbe.
KAZAKHSTÁN
Si teníamos la pista más larga, también cabe mencionar la más alta: está en Almaty, la antigua capital del país, a mil 500 metros de altura. Fue centro de entrenamiento de los patinadores de velocidad soviéticos.
PARÍS
Ya no está más, pero vale la pena recordarla: hace tres años, en el primer piso de la Torre Eiffel se instaló temporalmente una pista de patinaje con aroma a vainilla, iluminada desde el interior con proyectores de colores.
La entrada a la pista de 200 metros cuadrados no sólo era gratuita, sino que además se podía disfrutar del préstamo de patines.
¿La idea? Atraer a los parisienses, que representan sólo 10% de los visitantes a la Torre Eiffel.
PEKÍN
Hou-Hai, el gran lago enclavado en el centro de Pekín, en invierno se convierte en una enorme pista de patinaje. Además de los clásicos patinadores, el lago se llena de chinos en bicicleta, caminando o en viejas sillas de colegio soldadas, reconvertidas en una suerte de trineo.
LONDRES
Es una ciudad donde hay un buen surtido de ice rinks, lo que hace difícil elegir uno. Algunos están en lugares realmente únicos, como la pista que hace pocos años se inauguró en la Torre de Londres, la de Somerset House, en el Palacio Hampton Court, o en el Museo de Historia Natural.
El chilango ya tiene su pista de hielo en la plancha del zócalo. El acceso es gratuito y además te prestan los patines por 55 minutos. ¿De dónde obtuvieron la idea? Conoce algunos detalles de las mejores del planeta que, con el paso del tiempo, se han convertido en toda una tradición.
NUEVA YORK
Rodeada de encumbrados rascacielos, tiendas exclusivas y el árbol de Navidad más importante de Nueva York, la de Rockefeller Center es la pista más célebre y chic que se pueda nombrar.
Claro que el glamour tiene su precio: patinar en este icono de Manhattan puede oscilar entre 15 y 35 dólares la media hora, muchísimo más caro que en otras pistas de la ciudad. Aun así, más de 250 mil patinadores por año, de octubre a abril, están dispuestos a pagarlos.
FRIESLAND, HOLANDA
El patinaje sobre hielo es aquí prácticamente una cuestión de Estado. Tanta es la pasión que despierta que en enero se organiza un evento que paraliza el país: el Elfstedentocht, una maratón de patinaje por 11 ciudades, en la provincia de Friesland.
Una de las pistas más populares del país, donde existen mil 200 clubes dedicados a esta disciplina, es la Jaap Edenbaan, llamada así por el legendario campeón de patinaje Jaap Eden, a la que acuden más de 430 mil aficionados por año.
OTTAWA
En verano está lleno de barcos; en invierno, de patinadores. Es que el canal Rideau, en el corazón de Ottawa, al congelarse se convierte en la pista de patinaje más larga del mundo: ocho kilómetros serpenteantes que atraviesan la capital de Canadá y atraen a visitantes de todo el orbe.
KAZAKHSTÁN
Si teníamos la pista más larga, también cabe mencionar la más alta: está en Almaty, la antigua capital del país, a mil 500 metros de altura. Fue centro de entrenamiento de los patinadores de velocidad soviéticos.
PARÍS
Ya no está más, pero vale la pena recordarla: hace tres años, en el primer piso de la Torre Eiffel se instaló temporalmente una pista de patinaje con aroma a vainilla, iluminada desde el interior con proyectores de colores.
La entrada a la pista de 200 metros cuadrados no sólo era gratuita, sino que además se podía disfrutar del préstamo de patines.
¿La idea? Atraer a los parisienses, que representan sólo 10% de los visitantes a la Torre Eiffel.
PEKÍN
Hou-Hai, el gran lago enclavado en el centro de Pekín, en invierno se convierte en una enorme pista de patinaje. Además de los clásicos patinadores, el lago se llena de chinos en bicicleta, caminando o en viejas sillas de colegio soldadas, reconvertidas en una suerte de trineo.
LONDRES
Es una ciudad donde hay un buen surtido de ice rinks, lo que hace difícil elegir uno. Algunos están en lugares realmente únicos, como la pista que hace pocos años se inauguró en la Torre de Londres, la de Somerset House, en el Palacio Hampton Court, o en el Museo de Historia Natural.
FUENTE: www.eluniversal.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario